Las ikastolas han pedido un acuerdo amplio, sin líneas rojas

Subrayan que estamos en el momento histórico de organizar y consensuar el Sistema Educativo y piden a los partidos que lo faciliten.

“Sabemos que es difícil, hay muchos factores externos (ideológicos, descenso de la natalidad, situación de cada uno….), pero estamos en un momento histórico. "Por primera vez desde la creación de estas instituciones, estamos en el momento de organizar y consensuar un Sistema Educativo básico en la construcción de nuestra sociedad”, han señalado las ikastolas en su comparecencia en el Parlamento Vasco en la ponencia de Bases del Convenio sobre el futuro sistema educativo vasco.

El presidente de la Federación de Ikastolas, Koldo Tellitu, y el director general, José Luis Sukia, han tomado la palabra en la Comisión de Educación del Parlamento Vasco para explicar la postura de las ikastolas. Sobre el acuerdo educativo y la Ley, han llamado a salir de su trinchera, a hablar y a consensuar “porque estamos condicionando los próximos 20-30 años”. Para ello, subrayan la necesidad de llegar a acuerdos entre diferentes. “Las ikastolas estamos dispuestas, queremos debatir y consensuar, sin rayas rojas, porque nuestra sociedad nos exige y no podemos fallar”, han señalado. Por su parte, piden a los representantes de los partidos parlamentarios que faciliten ese camino.

    

Ponencia presentada en el Parlamento Vasco:

1.- ¿POR QUÉ Y PARA QUÉ UNA LEY DE EDUCACIÓN?

A la hora de fijar el futuro de cualquier país, la Educación es un tema básico: nada más definir el perfil de salida de los alumnos, se consolida el futuro y el modelo de la sociedad. La Educación es la herramienta básica para transmitir y mantener la cultura, la historia, el carácter, la lengua de un país. Precisamente por eso, la Educación es un tema que todos los países y gobiernos priorizan y le dan prioridad para regular.

En la Comunidad Autónoma del País Vasco, en cambio, no ha sido así. Sobre la base del Acuerdo Político para el Convenio Educativo de 1992, se aprobó la Ley de la Escuela Pública Vasca que, tal y como lo indica su denominación, regulaba (con todas sus carencias) sólo la mitad del Sistema Educativo.

Desde entonces, en estos largos 30 años, el contexto de la sociedad vasca y la propia sociedad vasca han cambiado mucho:

  • Contexto: socioeconómico, globalización, desarrollo científico y tecnológico, avance de la neurociencia, contexto lingüístico, nuevos paradigmas educativos, migraciones, convivencia general, modelo de familia, envejecimiento social… Estos cambios sociales han supuesto, entre otras cosas, cambios en el modo de vida y en los valores de los ciudadanos de este país.
  • Resultados del sistema educativo: si bien hemos superado algunos de los objetivos importantes marcados por la Unión Europea (bajo abandono escolar, gasto público por alumno, tasa de bachillerato con titulación, nivel de cobertura en educación infantil, etc.), en función de las evaluaciones externas como PIRLS, TIMSS, PISA, etc., nos encontramos con resultados escolares basados en la mediocridad, pues ésa es la tendencia de los resultados escolares en las evaluaciones externas de estos últimos años. Son equitativos, sí, pero bastante mediocres, y no sólo comparándolos con los países europeos, sino también con otras muchas comunidades del Estado español.
  • Relación entre los resultados y el nivel de inversión: aunque a nivel del Estado español la CAPV realice la mayor inversión por alumno, ello no tiene su reflejo en los resultados académicos.

Y, mientras tanto, en la CAPV no se ha dado ningún paso significativo en materia legislativa. Impulsados tanto por el Gobierno Vasco como por partidos y grupos parlamentarios no gubernamentales, entre los años 1981 y 2016, si no nos equivocamos, se han regulado y aprobado 375 leyes en el Parlamento. En el ámbito de la Educación no universitaria sólo disponemos de las leyes 1/1993 (Ley de la Escuela Pública Vasca) y 2/1993 (relativa al cuerpo docente no universitario) y algunas más que proponían pequeñas modificaciones a las anteriores. Es hora, por tanto, de afrontar la situación; es hora de crear una base legal, para ofrecer una oportunidad completa y actualizada, para actuar en relación a la realidad actual y a las necesidades de la sociedad vasca del mañana.

 

2.- EUSKERA

Todos los resultados de las pruebas de los últimos 5-6 años han llegado a la misma conclusión: el uso y conocimiento del euskera en el Sistema Educativo Vasco está cayendo en picado. Estamos convencidos de que las causas son diversas; hoy no vamos a hacer una tesis al respecto, sino referirnos a lo escrito este domingo en el editorial del periódico EL PAIS: “Sólo la experiencia repetida del uso de la lengua enseña a identificar sus recursos, sus aptitudes, sus múltiples modalidades de persuasión, provocación, interpretación, incluidos el puro juego verbal, la ironía o la exageración burlesca. Sólo el ejercicio enseña la habilidad comunicativa, no la descomposición analítica del discurso, sino el ejercicio efectivo del mismo adiestra en el uso competente del idioma”.

¿Y qué queremos expresar trayendo aquí unas palabras ajenas? Si estamos de acuerdo en los objetivos (que todo el alumnado debe tener la misma competencia comunicativa en las dos lenguas oficiales, el nivel B2 mínimo en conocimiento de euskera y castellano al finalizar la Educación Secundaria Obligatoria y el nivel B1 en una tercera lengua) no lo conseguiremos con el sistema de modelos (A y B). El euskera es oficial, sí, pero es una lengua minorizada, y la situación diglósica sigue vigente. Por eso proponemos derogar los modelos lingüísticos y establecer un modelo de inmersión, y para que este modelo de inmersión sea real, para que los centros educativos sean espacios donde prime el euskera, hay que consolidar y priorizar los Proyectos Lingüísticos, para que éstos, adaptados a la situación real de cada centro, incidan en la actividad diaria de los centros (alumnos, profesores, trabajadores y padres/familias).

Sin embargo, con esto no queremos decir que con el mero hecho de optar por el modelo de inmersión se solucione este problema; se requiere, además, del trabajo de toda una sociedad, de todas las instituciones, una colaboración estrecha entre el mundo de la Euducación y el conjunto de la sociedad. Habrá que hacer un trabajo especial con quienes no conozcan el euskera, pero no sólo para que lo aprendan, sino también para que lo amen y, sobre todo, lo practiquen. Y esto es un objetivo a conseguir con todo el alumnado, independientemente de su punto de partida/lugar de residencia o nacimiento; y para ello deberemos dotar a los alumnos más alejados del euskera de recursos especiales, que garanticen la igualdad entre todos los alumnos. El sistema de modelos ha tocado techo; en su momento fue útil, dio resultados; pero tenemos que dar otros pasos si queremos alcanzar los objetivos mencionados.

Como hemos dicho anteriormente, sólo con la implantación del modelo de inmersión (adaptado, por supuesto, a la situación real de cada centro) no resolveremos la situación en sí misma. Otras medidas necesarias son: dar centralidad al proyecto lingüístico de cada centro, una evaluación sólida del euskera, acciones para motivar a la comunidad escolar, reforzar la relación entre el alumnado con el euskera como lengua vehicular, difundir un discurso que divulgue la naturaleza y características del plurilingüismo y otras medidas que favorezcan y faciliten el uso del euskera en la sociedad (en el ámbito doméstico, de ocio, no formal…).

Aurrez esan dugun bezala, murgiltze eredua ezarrita bakarrik (ikastetxe bakoitzaren egoera errealera egokituta, noski) ez dugu egoera bere baitan konponduko. Bestelako neurri batzuk ere beharrezkoak dira: Ikastetxeko hizkuntza proiektuari zentraltasuna ematea, euskararen ebaluazio sendo bat, eskola komunitatearen motibazioa eragiteko ekintzak, ikasleen arteko harremana euskaraz indartzea, eleaniztasunaren izaera eta ezaugarriak jendarteratuko dituen diskurtsoa zabaltzea eta gizartean (etxean, aisialdian, esparru ez formalean…) euskararen erabilpena bultzatu eta errazten duten bestelako neurriak.

 

3.- INTEGRACIÓN E INCLUSIVIDAD

Junto al euskera, en nuestra sociedad actual pocos se atreverán a negar que uno de los principales problemas del sistema educativo está en la inclusión y la segregación. Así es, la segregación está generalizada en nuestro Sistema Educativo. Nos parece muy interesante el estudio titulado "Segregación escolar de estudiantes inmigrantes pobres en España" de F. Javier Murillo y Guillermina Belavi. No dice nada nuevo, pero expone un dato interesante de cara a la CAV: “El País Vasco es la única Comunidad Autónoma en la que los centros públicos tienen cifras más altas de segregación que los centros privados, a pesar de que escolarizan el mayor porcentaje de estudiantes inmigrantes de familias de menor NSEC (64,97%). Esto alerta sobre el desempeño de los centros públicos de esta Comunidad al grupo poblacional en cuestión, pues la segregación escolar dificulta la tarea de su escolarización e inclusión social. En el resto de las autonomías, los centros privados presentan cifras más altas de segregación de los inmigrantes del Q1”.

Con este dato no queremos achacar nada a nadie; queremos poner sobre la mesa una realidad que se conoce desde hace tiempo: aunque en nuestro sistema la red pública escolariza al mayor número de inmigrantes (en un porcentaje superior al que le corresponde), esta matriculación dentro de la red pública no es equilibrada. Y eso nos hace pensar que también hay más variables, que pocas veces se mencionan, en la cuestión de la segregación.

Hoy no vamos a entrar a analizar en profundidad todos estos factores, pero queremos señalar que es un problema profundo y grande en nuestra sociedad y que estamos ante una situación que hay que resolver como país. Deberíamos conseguir la inclusión social de todos estos sectores, respetando y manteniendo el carácter de cada uno, pero que también ellos asuman y acepten el carácter vasco y superen la situación de exclusión. Si no, nuestra sociedad del futuro va a tener problemas enormes, tal y como estamos viendo constantemente en otros países. En este pequeño país nuestro no podemos permitirnos este tipo de situaciones; nuestro futuro está en juego y todos tendremos que poner todo lo que esté de nuestra parte para hacer frente a la situación.

Como hemos dicho anteriormente, no podemos profundizar en los factores que nos han llevado a esta situación (situación socioeconómica, política de cuotas, situación del euskera, política de vivienda en los municipios, política de reparto de matrícula viva, etc.). Pero venimos a proponer la solución que creemos que es posible: obligar a todos los centros a asumir de forma progresiva al alumnado en situación de vulnerabilidad social, en la cantidad que les corresponde según su ámbito, hasta establecer un equilibrio. Sabemos que esto puede generar mucha controversia y chocar con algunos valores vigentes, pero pensamos que es la medida más adecuada. En definitiva, si no tomamos medidas traumáticas, la situación se mantendrá en los próximos años y condicionará, desde una perspectiva de país, la futura situación socioeconómica de nuestra comunidad.

 

4.- MODELO DE GOBERNANZA

En las ikastolas somos conscientes de que, a la hora de debatir sobre la organización del Sistema Educativo, desde muchos sectores y lugares tienden a centrar el debate en la titularidad de los centros, si son de la Administración o tienen otra titularidad. Nosotros, en cambio, creemos que este tema no es clave. ¿Por qué?

Tal y como se ha señalado en el primer punto (Necesidad de la Ley), el Sistema Educativo Vasco no ha respondido a los retos que actualmente existen en la sociedad, y entendemos que ello no se debe a que los centros tengan una u otra titularidad (famosa dualidad), sino a que el Sistema en su conjunto no tiene (o no ha tenido) capacidad para afrontar los nuevos retos existentes. Es más, la organización y el modelo de Gobierno que tiene el Sistema han influido mucho en estos resultados. Muchas veces nos fijamos en los resultados que hay en otros países, pero no en los modelos de gobernanza que existen en ellos (que son muy variados, ya que hay muchos más modelos más allá de la clasificación público-privada).

Las ikastolas consideramos que, al margen del debate público-privado, deberíamos analizar los modelos de gobernanza existentes en nuestro sistema educativo, así como los existentes en otros países, antes de proponer el nuestro. Si acertamos en ello, si ponemos a todos los centros en la misma dirección, nos será más fácil poner en marcha un sistema de calidad y que haga frente a la realidad. Por ello, desde el punto de vista de las ikastolas, deberíamos incidir en los requisitos que cumplen los centros a la hora de organizar el Sistema Educativo, en sus características y modelos de gobernanza, en sus aportaciones al Sistema Educativo y a la sociedad, y no tanto en su titularidad.

Creemos que para encauzar todo esto todos los centros deberían ser capaces de desarrollar una autonomía real. Es decir, autonomía para la elaboración y desarrollo de su proyecto educativo, para la definición de su organización interna, para la gestión propia y transparente de sus recursos materiales y humanos, para la disponibilidad de su propio presupuesto, para la participación democrática (familias, personal, administración cercana, alumnado) con capacidad de participación y decisión compartida. Y todo ello con explicaciones y aclaraciones constantes a la administración y a la sociedad.

Por último, consideramos que los centros que tienen un marcado carácter social, sin ánimo de lucro, ubicados en la economía social, que comparten los objetivos básicos del Estado de bienestar en el ámbito educativo, forman parte del sistema público.

 

5.- LLAMAMIENTO AL DEBATE Y AL ACUERDO

Sabemos que es difícil, hay muchos factores externos (ideológicos, descenso de la natalidad, situación de cada uno) pero estamos en un momento histórico: por primera vez desde la creación de estas instituciones, estamos en el momento de organizar y acordar un Sistema Educativo básico en la construcción de nuestra sociedad. Y eso no lo vamos a llevar a cabo si nos mantenemos cada uno en su trinchera; tenemos que salir de las trincheras, hablar y acordar, porque estamos condicionando los próximos 20-30 años. Y no llegaremos al consenso mirándonos el ombligo de cada cual; tenemos que materializar los acuerdos entre diferentes.

Las ikastolas estamos preparadas, queremos debatir y acordar, sin líneas rojas, que es lo que nos exige nuestra sociedad, a la que no podemos defraudar. Pongámonos todos en el mismo camino, cada uno desde su criterio y lugar, pero todos juntos.

A todos los presentes en esta mesa les hacemos un llamamiento para que se dediquen a allanar ese camino. Las ikastolas seremos compañeras de ese viaje, pero nosotras solas no podemos hacer nada; necesitamos la aportación de todos.